Problemas del sueño infantil
Para muchos niños, conciliar el sueño puede ser un verdadero reto. Algunos destacan en el arte de retrasar la hora de irse a la cama, mientras que otros se despiertan con frecuencia durante la noche. Además, nuestros pequeños duermen de media menos que las generaciones anteriores.
Los estudios demuestran que, en las últimas décadas, la duración del sueño ha disminuido tanto en adultos como en niños, con una pérdida de 30 a 60 minutos de sueño al día. Aunque esto pueda parecer insignificante, puede tener un impacto considerable en el estado de ánimo, la concentración y la memoria de los niños.
¿Por qué se retrasa la hora de acostarse? En muchas familias en las que ambos padres trabajan, las horas de cenar y acostarse se retrasan inevitablemente. Esto hace que los niños se acuesten más tarde. Además, cuando las actividades diarias ya no coinciden con los ciclos de luz natural, los niños están expuestos a la luz artificial por la noche, lo que altera su ritmo circadiano.
Por último, el aumento del uso de pantallas (ordenadores, tabletas, teléfonos móviles, televisión) también tiene un efecto perjudicial sobre el sueño de los niños. La exposición a esta luz artificial estimula su cerebro y reduce sus horas de sueño. Un estudio estadounidense ha revelado que los niños de entre 3 y 5 años que ven la televisión después de las 7 de la tarde tienen más problemas de sueño.
Rituales para irse a la cama
Los rituales a la hora de dormir son hábitos que se repiten cada noche y que ofrecen a los niños una transición relajante entre la vigilia y el sueño. Les ayudan a sentirse seguros cuando se separan de sus padres y entran en un mundo desconocido. Actividades como un cuento, un abrazo o una canción con voz suave, a menudo con sus peluches favoritos, crean una atmósfera tranquila y reconfortante.
Para que estos rituales sean eficaces, deben ser breves y directos. Lo mejor es decir desde el principio si se va a leer un cuento entero o sólo un capítulo, para no alargar el momento. Por último, es fundamental dejar las pantallas fuera de la rutina de acostarse, ya que pueden alterar el sueño y hacer que los niños estén más inquietos. Este momento privilegiado debe permitir al niño sentirse querido y sereno antes de dormirse.
Crear un entorno tranquilo y acogedor
Crear un entorno tranquilo y acogedor es esencial para favorecer un sueño de calidad en los niños. Para conseguirlo, asegure un ambiente tranquilo en el hogar evitando los ruidos excesivos y reduciendo el volumen de la televisión a la hora de dormir. Una habitación demasiado luminosa o sobrecalentada puede dificultar el sueño; por eso, es mejor optar por una iluminación suave, como una luz nocturna, que transmita tranquilidad sin perturbar el sueño.
A partir de cierta edad, puedes colocar una lámpara de mesilla al alcance de tu hijo para que pueda encenderla si lo desea, lo que le dará sensación de control y seguridad. Además, el tamaño de la cama debe proporcionar espacio suficiente para que su hijo elija su posición para dormir, permitiéndole acomodarse cómodamente. Un entorno bien pensado contribuye a crear una atmósfera serena y, combinado con una cama de calidad, garantiza un sueño reparador.
Tener una cama de calidad
Disponer de una cama de calidad es esencial para que su hijo tenga un sueño reparador. La cama de hotel Novotel, disponible en tamaño individual o superior, está específicamente diseñada para proporcionar un soporte óptimo, permitiendo a su hijo elegir la posición para dormir que más le convenga. De hecho, durante la infancia, la espalda y la columna vertebral se encuentran en un estado de evolución, y su hijo necesita un soporte firme combinado con una sensación confortable, que es exactamente lo que ofrece la cama Novotel, ya que se adapta al cuerpo durante el sueño. Gracias a su diseño ergonómico, el colchón Novotel se adapta perfectamente a las formas del cuerpo y alivia eficazmente los puntos de presión, garantizando así un confort superior que favorece el descanso nocturno. Además, la elección de un colchón de hotel de buena calidad para su hijo contribuye a garantizar un desarrollo adecuado de la densidad ósea y una regeneración muscular óptima. A partir de los 6 años, puede proporcionar a su hijo una cama de 90x200 cm. Al llegar a la adolescencia, su cuerpo está en pleno crecimiento, y una ropa de cama de calidad -ya sea una cama, un somier o un colchón- es esencial para respaldar su morfología. Será el momento de renovar su cama, quizás ofreciéndole más espacio con una cama doble de 140x200 cm.
Invertir en una cama Novotel y en su colchón de alta calidad significa elegir un entorno de sueño que favorece el bienestar y el desarrollo de su hijo. Una buena cama no sólo mejora la calidad del sueño, sino que también refuerza la salud física y mental de los niños. Proporcionar a su pequeño una cama de hotel de calidad le permite beneficiarse de un sueño reparador y de un confort óptimo, esenciales para los días llenos de energía.
Dormir bien es esencial para el desarrollo y el bienestar de los niños. Estableciendo rituales relajantes, creando un entorno tranquilo e invirtiendo en una cama de hotel de calidad como la cama Novotel o un colchón premium, ofrecerá a su hijo las mejores condiciones para conciliar el sueño plácidamente. Dé prioridad al sueño para favorecer un crecimiento sano y unos días satisfactorios.
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